domingo, 7 de septiembre de 2008

Dm (II): ¿Dónde está mi hogar?

Mi hogar no es un sitio, son muchos. No está delimitado por paredes, ni por puertas o ventanas, no está limitado por mi mente. Mi hogar es todo sitio dónde mi alma se encuentra a gusto... Mi hogar es el mar, el cielo, las estrellas, los pubs irlandeses, (perdón, los pubs de Irlanda), Gemma.... Todo eso es mi hogar.
Es en los recovecos de mi mente dónde se decide el lugar... o quizá ni eso, no es algo cerebral, no es algo premeditado, ni tan siquiera instintivo... Es algo donde mi energía fluye sin presas que la atenacen, ya seas propias, ajenas o de ambos tipos.
La gente camina por la calle: pasa, va arriba y abajo, se para, habla, piensa, actúa... hoy mientras el aroma del café con leche alimentaba mi nariz y las letras impresas en las hojas alimentaban mi imaginación, los observaba como si fueran puntos de luz... Los había pausados, otros nerviosos, otros que no dejaban de dar círculos, otros que se detenían como para descansar y continuaban con su frenético camino a no se dónde.. y sinceramente, creo que tampoco cambiara mucho la percepción que tenía.
Y allá estaba yo, punto de luz expectante, expectante de nada ni de nadie.. simplemente disfrutando el momento, como hacen los perros. Está bien saber que haremos o que hicimos, pero estamos tapando el presente, que es lo único que vivimos... el momento en el que estamos. Y si no lo apreciamos.. ¿qué nos queda?
Las posesiones se van tan rápido (o más) como llegan... ¿Por qué estamos tristes si se va el verano? ¿Acaso no volverá? Y si acaso no volviera, deberíamos pensar que hemos tenido el privilegio de poderlo vivir tanto si ha sido bueno, por haber sido felices, como si ha sido malo, porque seguro que nos ha dejado vivencias muy valiosas si sabemos entenderlas. La suerte.. no es que venga o que vaya.. simplemente siempre está allá y somos nosotros con nuestra actitud la que dejamos que entre o la rechazamos pensando que jamás será nuestra cuando, en ese mismo instante, se nos ofrece con un sonrisa sincera y natural... ¿Por qué nos empecinamos en ser tan cuadriculados? ¿Por qué queremos tenerlo siempre todo bajo control? ¿Por qué creemos que tenemos el poder de controlar algo?
Pues nada.. habrá que dejarse llevar.. o mejor, disfrutar del momento...

1 comentario:

Madhuvari dijo...

Aich,es verdad...lo bonitas que salen las cosas cuando dejamos que fluyan sin trabas ^^
Me parece precioso este escrito, por lo natural y sincero que es, y además...porque todo lo que dices es muy cierto. Un hogar pueden ser tantas cosas...una playa, una cama, unos brazos...una caricia...
Para mi eso es la auténtica libertad...porque vayas donde vayas, y hagas lo que hagas, siempre te sentirás como en casa...
T'stim1!!! ^^