lunes, 2 de junio de 2008

Bolli

A pesar de su corta edad, Bolli era un córcel ya castigado por los golpes de la vida. Lucía un bonito color verde cristalo y sus ojos brillaban en la noche con era curiosidad inocente que nos ofrece la juventud. Era dócil, demasiado a veces, pero sabía mostrar carácter cuando la ocasión le obligaba. Le gustaba salir a cabalgar con su propietario, un mozetón de frente despejada. Un día, el mozo se presentó con una hermosa doncella de cabellos color de roble y con dos preciosas avellanas como ojos. Bolli la observó con curiosidad y sin saber que esperar aunque pronto se decidió: la muchacha era una criatura tan dulce y deliciosa que se rindió a sus pies. Le encantaba cuando ella le acariciaba el vientre con suavidad y le hablaba al oído. Bolli no era demasiado hablador, pero supo que ella era su amiga guay.
Ahora le gustaba ir con su propietario y la muchacha a cabalgar por el mundo: montaña, playa,... cualquier sitio era bueno si iba con ellos. ¿Y sabéis que es lo que más le gustaba? Cuando su propietario acariciaba a la doncella con dulzura y le decía unas palabras que más que de su boca salían de su corazón: "Te quiero"....